En el mundo natural existe una gran cantidad y variedad de minerales conocidos, pero de todos los minerales, menos de cien minerales se consideran de calidad gemológica.

Todo mineral que sea considerado como gema deberá poseer dos requisitos: belleza y dureza. La belleza en una gema es determinada según su tonalidad, brillo y claridad. Por su parte la dureza está basada en la escala Mohs, siendo el diamante el mineral con mayor dureza (10). Un mineral que tenga calidad gemológica deberá de tener una dureza superior a 6, pero lo ideal sería 7 o más.

Si el mineral cumple estas dos cualidades podrá ser considerado de calidad gemológica y será apto para ser usado en joyería.

 

Valor de una gema.

El valor económico de una gema dependerá tanto de su belleza como de su rareza. Por norma general, cuanto mayor sea su belleza y más rara sea de encontrar, mayor será su valor, aunque no siempre debe ser así.

En el mercado existen unas gemas muy bellas que presentan gran rareza por lo que suelen ser raras de encontrar. En este caso, los precios no llegan a alcanzar valores tan altos en el mercado como el valor del diamante. El diamante es considerado como una de las gemas más caras existentes en el mercado, pero no de las más raras.

La belleza y rareza también se ven afectados en el precio por otros factores como tamaño y talla. Cuando la gema presenta un tamaño mayor que otra gema de la misma calidad, su precio aumentará. El tamaño de las gemas es expresado en quilates (cts), siendo un quilate 0,2g. A igualdad de calidad, a la hora de establecer un valor, será mucho más cara aquella gema de 1 ts que dos piedras de 0,5cts. Por ejemplo, un cuarzo rutilado puede presentar un valor de 2€/cts, mientras que un diamante presenta un valor de 600€/cts en caso de ser pequeño. Será mucho más caro si es de mayor tamaño. Por otro lado, en relación a la talla, nos referimos a la forma en la que la gema ha sido cortada. En el mundo de la joyería existen distintos tipos de talla y distintos tipos de calidades. A la hora de escoger la talla más adecuada para la gema, es importante que su belleza natural resalte, así como que el corte sea preciso.

 

Clasificación de las gemas.

Al existir una gran variedad de gemas, existe una clasificación que resulta muy complicada establecer y que pueda satisfacer a todos los expertos en gemas. La clasificación se basa en dos categorías: preciosas y semipreciosas.

Las piedras preciosas son exclusivamente cuatro gemas como son el diamante, rubí, zafiro y esmeralda. El resto de piedras existentes se denominan piedras semipreciosas.

En la actualidad, esta clasificación ha quedado un poco obsoleta debido a que dentro de la categoría de piedras semipreciosas se incluyen gemas que pueden alcanzar valores superiores a las piedras preciosas. Este precio se debe a la rareza que presenta la gema como por ejemplo la Tanzania. Por esta razón, existe otra clasificación de gemas en las que se dividen en los siguientes grupos como son: diamantes y piedras de color; piedras naturales, sintéticas y de imitación; gemas orgánicas e inorgánicas; y clasificación en función de su composición química.

Las piedras sintéticas o de imitación no son necesariamente piedras falsas, sino que son piedras trabajadas para imitar a la original y que se vean idénticas con un precio menor.

Las piedras preciosas o semipreciosas deben presentar un certificado de autenticidad para diferenciarlas de las imitaciones. Este certificado de calidad muestra que la calidad de la piedra es óptima y por tanto su precio será elevado.

 

Tratamiento.

Los tratamientos a día de hoy están en auge, ya que muchos están muy bien aceptados y no se aprecian prácticamente. Algunos tratamientos consisten en calentar la piedra para resaltar su color, teñirlas o irradiarlas, etc. Aunque se haya realizado alguno de los tratamientos, las piedras siguen siendo naturales y es necesario especificar que dicha piedra ha sido sometida a un tratamiento específico para que el comprador tenga conocimiento sobre ello.

 

Dónde comprar gemas.

Para comprar una gema verdadera y auténtica lo mejor es acudir a una joyería de forma personal. En ella, el asesor de la joyería mostrará los certificados que sean necesarios para demostrar que la gema es auténtica. Pero si por el contrario se quiere adquirir algo más económico, puede optar por comprar piedras preciosas que no cumplen con los estándares y sean imitaciones de calidad. En este caso, existirán más opciones.

Otra opción para obtener piedras preciosas o semipreciosas a buen precio es en las conocidas como Ferias Internacionales. En estos eventos realizan exposiciones de piedras preciosas donde todos los coleccionistas y personas de empresas importantes de la joyería ponen a la venta piezas espectaculares a precios asequibles.