Peridoto Verde. Recibe el Nombre de ” Olivino o Crisolíta”

El peridoto es una atractiva gema de color verde que pertenece a una especie mineral que los ingleses y americanos llaman olivino y los alemanes, crisolita. Aparece en diversos tonos, desde verde amarillento hasta verdes más puros e intensos; los peridotos de color verde intenso son los más codiciados. Esta gema puede presentar inclusiones, también se conocen peridotos con efecto ojo de gato y estrella, aunque son muy raros.

Se conoce desde hace miles de años: es mencionada varias veces en la Biblia y se sabe que hace 3500 años los egipcios explotaban una mina en la pequeña isla volcánica de Zabargad (llamada St. John en la edad media) situada en el Mar Rojo.

Propiedades físicas y químicas

El peridoto es un silicato de magnesio y hierro; el usado en joyería suele tener alrededor un 80% de magnesio y menos de un 20% de hierro; además el verde brillante e intenso puede deberse a trazas de níquel y cromo. Es un mineral idiocromático, es decir, que su color está directamente relacionado con su composición básica y no con impurezas menores; en este caso, el color es debido al hierro. Es moderadamente duro, se sitúa entre 6,5 y 7 en la escala de Mosh. Su densidad está entre 3,27 y 3,48

Yacimientos

El antiguo yacimiento de la isla egipcia de Zabargad ya no está en explotación; de allí proviene una piedra tallada de 319 quilates que se conserva en el Smithsonian Museum de Washington. Actualmente hay numerosos yacimientos, pero las gemas más hermosas provienen de Myanmar, Noruega, Birmania, Australia, Sudáfrica, Kenia, Tanzania, Sri Lanka, Brasil y Estados Unidos (primer productor mundial). Sin embargo, los más grandes y perfectos cristales proceden de la región de Cachemira (Pakistán).

Tratamientos

No se conoce ningún tratamiento para mejorar el color y la calidad del peridoto.

Mantenimiento

El peridoto es una gema muy sensible a los ácidos, incluso el vinagre puede deteriorarlo. Tiene una dureza menor que muchas piedras preciosas, por eso es conveniente prevenirla del roce con otras piedras que puedan rayarla. Lo mejor es limpiarla con agua tibia jabonosa. No debe limpiarse con vapor o ultrasonidos. No es aconsejable someterla a calor intenso o cambios bruscos de temperatura. Puede agrietarse con una presión excesiva.